martes, 24 de abril de 2012

La llegada de un nuevo ser


Un día gris y soleado, oyó el sonido de unos surubíes cantores
 (los surubíes cantores, habitaban el pantano y nunca cantaban, 
solamente cuando había buenas noticias).


Pudo ver a lo lejos un tronco marrón. Sobre el tronco había alguien
haciendo equilibrio con dificultad. En la cabeza tenía unos enormes
cuernos similares a los de los venados, pero llevava un chaleco azul 
y pantalones a lunares.

 Fue así como conoció a Tristeno, que hacía años  trataba de encontrar 
un camino hacia alguna parte. Pudieron dase cuenta de una cosa muy 
importante: el tronco de Tristeno junto con la hoja de Syropella hacían 
una embarcación muy fuerte. Tristeno ya no tenía que hacer equilibrio,
y Syropella no tenía que temer por su hoja que ya estaba quebrándose. 


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